¿Leen? …NO ES CULPA SUYA, SINO DEL QUE LOS HIZO COMPADRES…
El presente artículo hace un análisis del consumo cultural que se daba en México a fines del siglo XX. En el tiempo transcurrido desde que fue publicado, sin embargo, los tirajes de revistas y las ventas de otros medios, se han derrumbado: Varias de las revistas que menciona como más vendidas (y varios periódicos nacionales), han ya desaparecido de la circulación, y otras han visto su tiraje auditado y reducido a menos de la cuarta parte, como consecuencia del problema analizado en este artículo: Los creadores, productores y distribuidores de obras, tanto «cultas» (prestigiadas) como populares, se han alienado de sus públicos; y por contestar sus valores, ideas y creencias -por oponerse a ellos sistemáticamente-, han perdido su confianza. Y también su consumo.
Esto es: Cuanto este artículo decía, sigue vigente, incluyendo el que la gente sí está leyendo, aunque no lo que quisieran algunos. Y al final esto es más positivo para la sociedad en muchos sentidos, que el mantener el consumo intensivo de obras prestigiadas pero que corroen el tejido social y cultural de la población.
Lo que hemos vivido es un desplazamiento del segmento mayor de los públicos promedio, a obras que reflejan mejor sus valores, ideas y creencias, como cabía esperarse en orden a la sobrevivencia del grupo social y de su cultura.
Cualquiera podía haberlo predicho desde la antropología social y la teoría de sistemas. Nosotros nos cansamos de gritarlo a los cuatro vientos entonces, ante la incredulidad de muchos. Ahora los medios ven su sobrevivencia en peligro, es verdad; pero la sociedad en cambio da señales de un vigor y una intuición certeras, que sin dudarlo producirán nuevas obras, lejanas a las agendas de contenidos a las que nos han «acostumbrado» tantos medios, y que gozaremos –no todos nosotros, pero sí la mayoría– como no habíamos podido hacerlo en mucho, mucho tiempo…