Medios mejores que ganen más

Por Blanca de Lizaur, PhD, MA, BA, Especialista en contenidos.

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Para gente de medios Para: Revista

Un test sobre los «medios»…: ¡A QUE NO PUEDEN DEJAR DE CONTESTARLO!

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En «El Misterio del espectador perdido», mencioné a la pasada que la literatura popular se caracteriza por su estética colectiva;  pero ¿qué significa eso?
Para explicarlo, les voy a pedir que respondan algunas preguntas sobre obras y personajes del gusto de todos..

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Completen las oraciones siguientes, escribiendo sobre la línea la palabra que falte:

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1) En una obra policiaca, el «bueno» y el «malo» se encuentran frente a frente, y uno de ellos grita:

«¡Suelta el arma, amigo, o te vuelo la tapa de ____  _______!»

2) En el momento más emocionante de una obra romántica, uno de los protagonistas exclama:

«¡Nunca te dejaré, amor mío; nada ni nadie podrá _____________ nunca!»

3) Si usted abre un libro, y al primer vistazo descubre las palabras «nave intergaláctica», usted podrá estar seguro de que se trata de una novela de

_________ _________.

4) Si prende el televisor, y aparece en la pantalla una sombría casa antigua ──en un paraje polvoso, solitario y obscuro──   y  escucha al viento ulular de manera escalofriante; probablemente estará viendo un programa de

________.

5) En su telenovela favorita, aparece un matrimonio muy especial:

Por distintos malentendidos y la interferencia de otras personas, llevan varios años separados.  Ahora, circunstancialmente, viven los dos en la misma casa,  pero no en la misma recámara.

Sabemos que todavía se quieren tanto como el primer día, pero que los equívocos aún los separan.  Él se acerca a la habitación de ella; su mano abraza el pomo de la puerta y parece que va a abrirla,  pero…

Después de unos minutos de tensión, el hombre deja caer la mano y se aleja.

Ustedes podrán apostar N$1’000,000 a que estos esposos:

a, nunca podrán reunirse de nuevo,  ó

b, se reconciliarán y serán felices para siempre.

6) Una dulce y joven novia, abandonada por circunstancias fortuitas ─como el naufragio de un barco─, se encuentra cara a cara con el novio que creía muerto  el día en que se va a casar con otro.  ¿Cómo reaccionará?

a, se desmayará,

b, iniciará trámites legales para demandar al antiguo novio por incumplimiento de palabra,  ó

c, invitará a los dos hombres a formar un ménage a trois ─¡a vivir los tres juntos para siempre, como si nada!─.

7) Si ustedes fueran a comprar un muñeco de Supermán para su hijo, ¿aceptarían uno vestido como «El Zorro», con la excusa de que Supermán mandó a lavar su traje y mientras tomó el otro prestado?

a, sí,  ó

b, no.

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Si sus respuestas fueron:

1, los sesos,

2, separarnos,

3, ciencia ficción,

4, miedo/terror/misterio,

5, b ─se reunirán─,

6, a ─se desmayó─  y

7, b, ─no, porque Supermán sin su traje no es Supermán─,


pueden sonreír aliviados:  acertaron.

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Pero ¿cómo supieron cuáles eran las respuestas correctas?

Después de un cierto número de años de contacto con obras de ficción popular, ustedes ya saben qué esperar de ellas, porque sin darse cuenta,  se han entrenado toda su vida para convertirse en lectores expertos de este tipo de obras.
La obra de ficción popular no «significa» por sí misma (como lo haría una obra de arte «culto», prestigiado),  sino que funciona dentro de un contexto de obras semejantes que le prestan sentido.  Es decir:  Las obras populares utilizan signos y símbolos (empleados por otras obras del mismo tipo), para crear una historia hasta cierto punto nueva.

De hecho: Las obras populares fortalecen y ponen al día el catálogo común de elementos-con-que-escribir-una-historia, cada vez que emplean uno, o que consiguen añadir uno que la audiencia aprecia y entiende.  Los nuevos elementos incluidos en una obra popular, junto con la combinación particular de elementos «antiguos» que también emplea, permiten diferenciar sutilmente a esa «historia», de sus predecesoras, lo que la hace «única» de diversa manera.

Aún más: Si un autor popular dibuja a un vaquero, nos está diciendo mucho más que «aquí hay un vaquero»;  pues con solo verlo, nosotros comprenderemos de inmediato qué esperar de esa obra.

Gracias a esto, ustedes pudieron reconocer las frases, escenas, personajes y tipos de obras que mencioné, a pesar de la poca información que les di.

Las preguntas del «test» mostraron algunos de los tipos de elementos que el «catálogo» de la estética colectiva nos ofrece, y que aparecen en multitud de obras.  Como nota curiosa  les diré que he encontrado la frase «No estás sola; yo estoy a tu lado», es más de una obra  (¡y tres veces en una sola novela de Corín Tellado!).

Dicho de otra manera:  Las obras de ficción popular, cuentan con un amplio «catálogo» de elementos conocidos por nosotros, y del cual seleccionan los que van a utilizar en cada nueva creación  ─un acervo del cual se alimentan, y al cual fortalecen al mantenerlo vigente─.

Además de eso, la manera como son construidas, el modo como esperan gustar, es distinto al del arte «culto», pues no son creadas para un cenáculo de iniciados, ni con afanes de originalidad absoluta, SINO con el deseo legítimo  de agradar a, y ser comprendidos por, un gran número de personas  (de todas las clases socio-económicas y con todos los grados de instrucción posibles:  desde el analfabeta hasta el posgraduado).

Aún más:  Son construidas de manera que la cultura y los valores colectivos (de la sociedad: la patria, la matria (como decía el poeta mexicano López Velarde al referirse a la región de nuestra infancia y amores), la madre, el trabajo, el bien, etc.),  se vean reivindicados, justificados y explicados.

De ahí viene el que los «buenos» (buenos conforme a los mencionados valores colectivos), sean finalmente premiados,  y los «malos» castigados.

Y de ahí su relación con los mitos ─cuya función explicativa y justificadora del orden social, es bien conocida de todos─.
Así las cosas, es claro que estas obras ─las de la ficción popular─  cuentan con una estética colectiva.
Por la misma causa, decimos que, de manera peculiar, estas obras son propiedad de todos y cada uno de nosotros.
Y en resumen, por esto es tan fácil para todos nosotros el comprenderlas y disfrutarlas  una y otra vez.

¡Salud!

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Imagen que ilustraba originalmente otro artículo nuestro
(«Lo que los intelectuales leen a escondidas»),
cuando fue publicado por el Humanidades de la UNAM).

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ARTÍCULO PUBLICADO ORIGINALMENTE EN

(DATOS BIBLIOGRÁFICOS/HEMEROGRÁFICOS/VIDEOGRÁFICOS DE LA FUENTE):

Blanca de Lizaur; «Un test sobre los ‘medios’; ¡a que no puede dejar de contestarlo!», Humanidades de la UNAM # 95 [1995], págs. 3 y 9.

Actualmente disponible en (repositorio):  http://www.mejoresmedios.org

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Test reproducido y citado por Margarita Palacios Sierra, en Leer para aprender: búsqueda y análisis de la información; Margarita Palacios Sierra et al; México, Alhambra,1996-7; páginas 153-165 y 235-244.

Reproducido y citado, a su vez, por Ramón Alvarado Ruiz; Propuesta didáctica para introducir a la experiencia lectora a los estudiantes de educación media superior, en la materia de Literatura Mexicana, tesis de licenciatura sustentada en la Univ. Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, agosto de 2005, Morelia, Michoacán, México; pág. 30.

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NOTA AÑADIDA EL 12 DE NOVIEMBRE DE 2011:

Hay un cuadro realmente inocente, que sin embargo aparece con frecuencia en novelas y películas de terror: El de una niña caminando sola por el pasillo de un hotel.

Productores  de El hormiguero, de CUATRO Televisión (España, circa Junio 2011), escondieron una cámara, y grabaron las reacciones de los huéspedes y trabajadores del hotel, que no tenían noticia de que se trataba de un montaje.

Por sus reacciones, podemos constatar que la mayoría reconoció la escena, y la contextualizó «correctamente» con respecto de la literatura popular –esto es: no por lo que era (en la realidad), sino por lo que implicaba en las obras de terror–.

Anexamos aquí un link a la grabación

(que se conserva en una página de lengua portuguesa: SorisoMail, bajo el título «O teste do miedo»: «El test del miedo»: http://sorisomail.com/email/129235/o-teste-do-medo–apenas-uma-menina-num-corredor-de-hotel.html )

porque además de hacernos reír, nos ofrece una prueba vital de que catalogamos y almacenamos escenas y elementos narrativos en nuestra memoria, que influyen en la manera como procesamos la información que recibimos de la realidad –no sólo la narrativa–.

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